Estudiantes de Pedagogía en Educación Parvularia elaboraron juguetes didácticos para regalar en jardines infantiles

COMPARTIR

14 / 07 / 2017

Dos centros de práctica de la Facultad de Educación fueron los beneficiados.

juego1Durante el mes de junio, estudiantes de segundo año de Pedagogía en Educación Parvularia entregaron juguetes a niños y niñas de jardines infantiles de contexto vulnerable. Estos juguetes, elaborados por ellas mismas, ayudan al desarrollo de habilidades psicomotoras y disciplinarias, y fueron hechos con materiales reciclados.

La actividad fue parte del curso “Aprendizaje y Desarrollo III”, que se enfoca en la psicomotricidad. Según la académica a cargo, Natalia Salas, el objetivo final era que las estudiantes pudiesen “desarrollar y articular las nociones sobre desarrollo en primera infancia, y la relevancia que tienen el juego como medio natural para el aprendizaje”.

Luego de un trabajo investigativo sobre una etapa del desarrollo a elección, la tarea de las estudiantes fue construir dispositivos didácticos −juguetes o juegos−, que permitieran a los niños el incremento o la adquisición paulatina de sus habilidades psicomotrices. También el dispositivo debía tener consigo un instructivo que explicara su uso, habilidades desarrolladas, entre otros. Además, como opción, las estudiantes podían añadir a su dispositivo una noción disciplinar en algún área, como lenguaje o matemática.

Para Natalia Salas, lo positivo y valorable de esta actividad es que “tiene mucha vinculación con el medio. El hecho de que [las estudiantes] conecten esta actividad con lo que se realiza en los centros de práctica les da una noción de continuidad, un sentido. No es lo mismo hacer un juguete para que la profesora lo evalúe y se quede guardado, que hacer un juguete sabiendo que va a llegar a niños y niñas de un contexto de jardín infantil vulnerable, que va a ser un aporte a sus vidas”.

Nicole Cisterna fue una de las estudiantes de segundo año que realizó esta actividad. En grupo, con sus compañeras crearon un juego llamado “Alimenta al conejo”, hecho con restos de cartulinas, pelotas plásticas usadas y otros materiales reciclados. Su funcionamiento se basa en simular el “bowling”, pero insertando las pelotas en la boca del conejo. Según Nicole, el objetivo del juego era “desarrollar las habilidades psicomotoras de los niños/as, como la lateralidad, esquema corporal, lanzamiento, manipulación, disociación de segmentos corporales, representaciones espaciales”.

Para Nicole, el hecho de que el juguete fuese destinado a niños y niñas provenientes de un ambiente vulnerable “fue muy gratificante, disfruté y me esforcé aún más por querer entregar un juguete de calidad y que sirviera para potenciar las habilidades y aprendizaje de esos niños”.

Isidora Oliver es compañera de Nicole. Por su parte, con su grupo tomaron el desafío de agregar a la creación del dispositivo una noción disciplinar, que fue la de matemática. Con sus compañeras realizaron una pizza de números, que buscaba “construir el conocimiento matemático a través de los números como tal, acompañados con objetos gráficos”, cuenta Isidora.

La estudiante relata que el mayor desafío fue realizar el dispositivo dentro del tiempo limitado que tenían. Sin embargo, piensa que el haberlo entregado a niños de un contexto vulnerable fue enriquecedor. “Al ser para ellos más ganas me dieron de realizarlo […], pues ellos muchas veces no tienen un material de apoyo necesario u óptimo para poder complementar diferentes áreas (en este caso, matemática) y sé que ellos, a pesar de que el juguete dado no es hecho en fábrica o tecnológico, lo van a recibir de la mejor manera y lo cuidarán. Muchas veces la gente que tiene menos que otros saben amar y valorar más las cosas”, opina Isidora.

Por su parte, la directora interina de la carrera de Educación Parvularia, Ximena Paniagua, fue la encargada de coordinar la entrega de los juguetes. Ésta se concretó a través de las supervisoras de práctica, que visitan continuamente los jardines asociados a la Facultad junto con las estudiantes.

Ximena también pone énfasis en la vinculación con el medio que logró esta actividad, pues para las estudiantes “tiene un efecto motivacional evidente constatar que los esfuerzos asociados a una asignatura en particular, como es el caso de Aprendizaje y Desarrollo III, se recompensan con el uso que los niños y niñas dan a estos materiales”, aseveró. De esa manera, la vinculación con el medio permite a las estudiantes la verificación y construcción de aprendizajes en un mediano plazo.

Desde una perspectiva del desarrollo profesional, Ximena piensa que “resulta del todo necesaria y relevante esta vinculación, consistente además con las intenciones de vincular permanentemente los escenarios teórico prácticos que movilizan a nuestra carrera”. En esa línea, la docente afirmó que hay intenciones de continuar apoyando iniciativas como esta, ya que “es para la carrera un desafío, en la línea de seguir implementando acciones de este tipo con los centros que nos reciben y que estrechan nuestro vínculo con aprendizaje continuo y colaborativo en beneficio de los niños y las niñas”, expresó la docente.

La actividad, impulsada por la profesora Natalia Salas, ha conseguido una valoración expresamente positiva, ya que contribuye no sólo al desarrollo y conciencia profesional de las futuras educadoras de párvulos, sino también al sano aprendizaje de niños y niñas en educación inicial.