Recomendaciones para conciliar clases online y vida familiar

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Por Julia Marfán R., Directora Carrera Pedagogía en Educación General Básica.

22 / 06 / 2020

Considerando la contingencia, hay muchos aspectos de la vida cotidiana y familiar que se han visto modificados.  Uno de ellos es que la sala de clase ha entrado al hogar tensionando los tiempos, el espacio y los roles parentales. Si a ello agregamos que la mayoría de las madres y padres se encuentran haciendo teletrabajo en casa o que en una misma familia hay estudiantes de distintas edades y niveles de enseñanza: párvulo, escolar básica, enseñanza media, educación superior, es normal que el estrés familiar aumente. Todo ocurre en el mismo tiempo y lugar, muchas veces con pocos medios tecnológicos o espacio personal y sin contar con el material ni de los conocimientos suficientes para apoyar el trabajo pedagógico que hacen las y los docentes en el aula.

La primera de las recomendaciones que plantean expertos en educación es poner horarios para cada una de las tareas del día y la semana. Establecer y acordar una rutina que permita organizarse en el estudio. Según las edades de niñas, niños y adolescentes, se recomienda dividir los tiempos de actividad -dependiendo de las edades- en 20, 30, 60 minutos asegurándose de hacer pausas activas, tiempo de descanso, entre cada una de ellas.

También ayuda establecer horas de inicio y fin de la actividad de estudio. En el caso de niñas/os más pequeños un bloque de la mañana o de la tarde, según sea la dinámica familiar. En el caso de las y los adolescentes, puede ser mejor que organicen un bloque de estudio en la mañana y otro en la tarde. Para esto cada niña, niño y/o adolescente puede tener a la vista un horario de estudio semanal que contemple las horas de conectividad que le piden en su establecimiento escolar, el tiempo para desarrollar tareas, lecturas y-muy importante- los tiempos de descanso diario. Es recomendable que los demás miembros de la familia también conozcan este horario, lo respeten y les ayuden a cumplirlo.

Esta organización del tiempo, también debería considerar el uso del computador, teléfono, tablet, consolas, en tiempos de no estudio. Probablemente este es uno de los temas más complejos para padres y madres y/o adultos a cargo. Por eso, se recomienda conversar de este tema, acordar los momentos y tiempos del día o la semana para su uso y revisar juntos cuáles son las conductas protectoras en el uso de la red. Es necesario no dejar de abordar en esta conversación el tema de las medidas de seguridad en la navegación por redes sociales e internet, que niñas, niños y adolescentes sepan que pueden pedir ayuda cuando sientan que se enfrentan a una situación que no saben manejar en la red o que les hace sentir incomodidad.

Otra recomendación se refiere a ubicar, dentro del hogar, un espacio para el estudio y que, en la medida de lo posible, sea distinto al espacio donde se juega, ve televisión o se realizan actividades de esparcimiento. Esto ayudará a la concentración y focalización en la tarea. En los casos en que hay que compartir el espacio con las/los demás estudiantes que están en la casa, se sugiere que las/los adultos a cargo de acompañarles promuevan que cada niño, niña y adolescente exprese y reconozca las necesidades que tiene para poder concentrarse y estudiar en casa, que estas se compartan y se logren acuerdos acerca de cómo compartir el tiempo y espacio común.

Por ejemplo, si se debe trabajar en una mesa grande velar porque todos puedan colocar sus materiales, texto de estudio, cuadernos. Si hay tareas o actividades que requieran de mayor concentración, acordar cuál es un espacio tranquilo de la casa para ello y que todos reconozcan y respeten. Por el contrario, si se cuenta con un espacio personal para realizar el estudio, asegurar que éste esté ordenado, cuente con los materiales necesarios para estudiar, esté alejado de elementos distractores como un televisor o videojuegos.

También es importante contar con un tiempo y espacio tranquilo para hablar de las emociones, conversar sobre lo que está pasando, cómo nos sentimos, lo que nos afecta en el día a día. Contenerles y favorecer que niñas, niños y adolescentes cuenten con un espacio donde sean escuchados/as y puedan hablar sobre cómo se sienten, ayuda a manejar el estrés y a que sientan que cuentan con un espacio seguro para poder expresarse.

Por último, es recomendable organizar otras actividades en casa como son:

  • Fomentar la lectura, que puedan dedicar el tiempo libre para leer sus libros favoritos, en el caso de las/los más pequeños leer con algún otro familiar: abuela, abuelo, hermana/o mayor, entre hermanos/as, con la mamá o el papá.
  • Realizar actividades artísticas, las que pude ayudar a expresar y conectarse con las emociones, expresar cómo se está viviendo la cuarentena, favorecer la creación libre y desarrollar otros aprendizajes importantes para su desarrollo.
  • Mantener los vínculos conectándose telefónicamente o virtualmente con familiares, amistades, manteniendo el contacto social e interacciones con otras personas ayuda al clima familiar y a bajar el estrés del aislamiento social que genera la cuarentena.